TRÁNSITO
Fue quizás el sonido del viento
sobre su ventana el que la despertó antes del amanecer, tenía sus dudas. Es
imposible que su mejilla fuese empujada con la suavidad de aquel beso. Hasta
donde podía entender el aire no besaba con esa familiaridad reconocida y
transformada en total seguridad de haber sido, de nuevo, acariciada.
Se incorporó y vio que estaba
sola, al tiempo que la duda no tenía cabida. Estaba segura de quien procedía
aquel beso, pero mejor no contarlo para que no la tratasen de loca.
Calló años. Mudó sus labios con
la seguridad de que compartir semejante encuentro sería observado con miradas compasivas.
Aquel beso fue una despedida o
quizás un hasta pronto que reconoció al instante con total seguridad. Difícil
de explicar e imposible ser entendida.
Habló.
No hay comentarios:
Publicar un comentario