SOBRE MI


Soy una interrogación…
aprendí a caminar
con el aliento de mostrarme
con mi propia transparencia…

Sigo aquí…
tal y como me ves,
sin disfraces,
sin mascaras ocultas…

DEDICATORIA

A los versos incompletos de los poetas durmientes

A los durmientes poseedores de sueños

A los sueños de necesitadas ilusiones

A los ilusionistas en vuelo de mariposas

A las mariposas que envuelven nuestra vida

A la gloriosa vida del mudo artesanal

A los artistas desheredados del poema glorioso

A la gloria de los escritos incombustibles

A la presencia del poeta

Al poeta dormido

A ti.

sábado, 23 de agosto de 2014

FIN DE TRAYECTO

FIN DE TRAYECTO

La megafonía del tren de alta velocidad informaba de la audición de una pieza de música clásica mientras por la ventanilla del asiento 5D el paisaje empañado presagiaba lluvia. Tan solo quedaba algo más de cincuenta minutos para llegar a Madrid. La pasajera del asiento 4C llevaba puestos los auriculares conectados a su teléfono móvil y de vez en cuando deleitaba al pasaje con un gorgorito aproximado a lo pudiese ser la entonación de la canción que escuchaba. El pasillo me separaba de un pasajero que mantuvo varias conversaciones telefónicas poco discretas y acto seguido se puso la alianza, eso hizo que mi imaginación tomase la autopista del relato. No tengo solución.

Es curioso ver a todos los inquilinos del vagón con el móvil en la mano.  Yo tenía en mi regazo un libro, me sentí algo extraño, como cuando entro en una librería y solo compro uno. Bueno, y quien soy yo para criticar a nadie, quizás una especie en extinción o un enamorado de las letras que se cree con derecho a juzgar y divagar sobre las nuevas tecnologías. No, no es mi intención.

Puerta de Atocha, fin del trayecto.


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