SOBRE MI


Soy una interrogación…
aprendí a caminar
con el aliento de mostrarme
con mi propia transparencia…

Sigo aquí…
tal y como me ves,
sin disfraces,
sin mascaras ocultas…

DEDICATORIA

A los versos incompletos de los poetas durmientes

A los durmientes poseedores de sueños

A los sueños de necesitadas ilusiones

A los ilusionistas en vuelo de mariposas

A las mariposas que envuelven nuestra vida

A la gloriosa vida del mudo artesanal

A los artistas desheredados del poema glorioso

A la gloria de los escritos incombustibles

A la presencia del poeta

Al poeta dormido

A ti.

martes, 17 de julio de 2012

LA ALAMEDA

Ellas te delatan la edad, siempre lo oí decir, por eso metí mis manos en los bolsillos del pantalón. Mi estado de ánimo era extraño. Me calmé y volví a la cocina para ver como estaba el sofrito. Al coger la cuchara volví a verla. Mi mano derecha removía el contenido de la sartén. La izquierda se mantenía oculta y sin movimiento. Sobre la mesa del salón me esperaba un ordenador y en su pantalla un revoltijo de letras.


Aquella tarde había paseado por las calles de mi ciudad. Casi siempre hago el mismo recorrido y me detengo en el parque de La Alameda, me gusta observar a las personas que por allí pasean y descansan en sus bancos de cerámica. En uno de ellos, una adolescente hablaba por teléfono. En el de enfrente una señora descansaba con un cochecito de bebé lleno de muñecos. El ambiente era festivo. Por los altavoces del tío vivo sonaban canciones infantiles. Algo me decía en mi interior que de ese preciso momento nacería una historia. Me gusta inventar historias. Si me creo lo que cuento es posible vivir en otro mundo, de lo contrario, no podría notar mis manos envejecidas ni mis dedos tecleando al ritmo de un sueño.

El sofrito ya estaba en su punto, me dirigí al salón, mis personajes me esperaban.

Observé que la señora del cochecito de bebé ya no estaba sentada en el banco, sin embargo la chica que hablaba por teléfono estaba acompañada por un chico de su edad. No podía oír lo que decían pero ambos sonreían.

Terminé de prepararme la cena mientras los vecinos descorchaban una botella de cava, mientras, yo soñaba con ser escritor y la seguridad de que mis personajes ya hubiesen regresado a sus casas.

PASEO DE LETRAS

domingo, 27 de mayo de 2012

EL SEMÁFORO DEL CRUCE LLORA

Suenan sirenas de madrugada, putas y rastrojos abandonados entre bocinas callejeras de amantes camuflados.


En la sombra un cigarrillo farolea esta escena entre habitaciones clandestinas llenas de faena.

Ascensor sin pisos, pisos sin ascensor con los suelos enlosados de hábiles coqueteos.

La doña sin bragas, el ciego sin gafas, sin muletas el cojo entre cenizas de antojo.

Una flor sin reverso y un verso sin estrofa según pasa la noche se encuentran y se mofan.

Besos regalados sin alfombra roja ruedan sin freno por la cuerda floja.

El silencio enloquece, el cigarrillo se apaga en compañía solitaria de un amor de borrachera.

Rostros sin dueño toman la calle del sexo mientras se pone en verde el mejor de los recuerdos.

El semáforo del cruce entre la calle pasión y la llamada amor, llora.

sábado, 26 de mayo de 2012

OCURRIÓ EL 23F

Fuego, fuego…! Gritó una voz asustada en la tranquilidad de la noche…levantaos, deprisa, todo el mundo en pie, despertad…hay un incendio…Una a una se fueron levantando, asustadas, sorprendidas, alborotadas… ¡en formación, todas en formación, cada una en su puesto!, deprisa, deprisa…gritó la letra A con la autoridad que le daba ser la primera del abecedario. Una a una se fueron colocado en fila india… ¿hay alguna herida?, yo, dijo la Ñ, se me ha chamuscado el sombrero y escuece un poco, la letra T, encargada del botiquín ,se acercó y le puso una tirita infantil con Piolín balanceándose en su columpio.

En casa de los señores Salgado la situación era angustiosa, con las maletas preparadas y el coche a punto, se disponían a poner distancia entre su ideología y la inquietante realidad, las noticias sobre el golpe de estado sonaban entre las paredes, había comenzado la locura del 23 de febrero, noche de incertidumbre a la luz de transistores noctámbulos rompedores de sueños. Antes de partir hacia la frontera el señor Salgado recordó que sería prudente quemar algunos libros y panfletos, encendió la chimenea y procedió a dar pié a su particular inquisición, no quería tener problemas.

Vamos a ver, tranquilas por favor, por lo visto están quemando varios libros, menos mal que nos dimos cuenta y saltamos a tiempo de sus páginas, los lectores han huido despavoridos… ¿alguien sabe que es lo que está ocurriendo?, seguro que ha vuelto la censura, dijo la altanera I latina con sus pantalones pitillo marcando tipo, no es eso, dijo la F mientras encendía un cigarrillo, creo que hay una movida en el parlamento … eso, eso, dijo la letra X, yo lo he oído por la radio … bien, entonces veamos, dijo la letra A, hacer el favor de poneros por orden alfabético para que compruebe que estamos todas y acto seguido procedió a pasar lista, letra B…¡presente!...letra C, nadie contestó, levantó la voz, ¡letra C!, estoy aquí se oyó en la lejanía, ponte en tu sitio dijo la resignada A, ¡no quiero! respondió la C…
sin levantar lavista la regidora del singular abecedario supo donde se había situado la desobediente, mira, haz el favor de dejar en paz a la letra H ¿cómo te tengo que decir que ya no sois pareja?, ¿ni siquiera de hecho? dijo la C compungida, ¡ni siquiera, dijo la A!, haz el favor de colocarte en tu sitio y que alguien despierte a la dormilona letra Z por favor, dicho y hecho, la Y griega le dio un puntapié y esta se desperezó con un gran bostezo. Del otro lado del salón llegaron unas angustiosas voces… ¡socorro, socorro, que nos pillan!, la letra M llegó a grandes zancadas y la O rodando como una balón en pleno partido, algo habitual en la devoradora de galletas…hay unos extraterrestres que nos persiguen dijeron…detrás de ellas las componentes del alfabeto griego también corrían…¡alto dijo la letra A!...¿qué pasa aquí?, la beta se adelantó para decir que todo era un error y que ellas estaban en la misma situación…perdón, dijo, todas tenemos un problema, a nosotras nos quemaron el diccionario, creo que por equivocación y hemos decidido ir a la facultad de Filología Clásica para ser útiles y vosotras ¿qué vais ha hacer?, dijo al tiempo que ella y sus compañeras se alejaban.

Reunión urgente, debates, mociones, protestas, de todo hubo hasta llegar al acuerdo unánime, la propuesta de la vocal E fue aceptada.

Os ruego formalidad y que no os dejéis pisar por nadie, que las mayúsculas se hagan cargo de las minúsculas y mucho cuidado con los pasos de cebra, respetad los semáforos, decía la líder del grupo…y que ninguna se pierda.

Sorprendidos estaban los transeúntes de la Avenida Ricardo Soriano cuando las vieron pasar. La letra O, como era habitual, rodaba con una sonrisa en los labios hasta que se dio contra el bordillo de una jardinera, comenzó a llorar y la letra T corrió a su lado con el botiquín de emergencias, no en vano era enfermera del grupo, abre la boca, le dijo, la O la abrió y le enseñó el diente, ya solo te queda uno, a este paso no te quedará más remedio que ponerte a dieta, pues yo no quiero ser como la vocal del pantalón pitillo, chica, si parece la radiografía de un silbido, dijo . Bueno, venga levántate y procura no rodar.

Mientras tanto la letra G hablaba con un policía local, guapetón para su gusto, alto, un moreno con arte, le preguntaba por la Calle Notario Luis Oliver y transmitió la indicación a la jefa del grupo.

Aquí es, dijeron la C y la H al unísono, ya hemos llegado… Pues ahora os pido formalidad y cuando lleguen, a lo dicho, os subís hasta sus bolsillos y permanecéis calladitas que ya veréis el buen uso que hacen de nosotras en el taller literario de Sasi. Así sea, respondieron todas.


Y así fue, soñamos y volamos sobre mariposas nocturnas para sumergimos en la espesura de la niebla londinense y descubrir al verdadero Jack “El Destripador” al tiempo que anduvimos varios kilómetros por la sierra Rondeña para saborear las inigualables faenas de toreros peinados de albero, vimos escobas voladoras traspasar el aire nocturno de un día cualquiera para ir a parar bajo las ruedas de un camión al tiempo que nos embriagaban las escaleras de burdeles llenas de controvertidos secretos envueltos en papel de caramelo y nos bañábamos con lluvia de arroz, fuimos testigos del despertar de dos eternos durmientes en los brazos de un coma profundo y abrir sus ojos pronunciando palabras desorientadoras en lengua extraña mientras un loro potencialmente excitado nos hablaba en latín, de los profundos sentimientos de un perrillo callejero en busca de amor pasamos a las cicatrices en el corazón de una cáscara de huevo rota al azar, paseamos por lecturas de verbos dormidos para llegar a un medieval Toledo con el corazón adosado a una escalera de caracol mientras personajes de tres dedos nos situaban en un tanatorio donde la luna se volvía roja de dolor, de pasión y todo ello, anclados en las agujas de un reloj que marcaba las doce, solo las doce…siempre las doce.



Paseo de Letras

miércoles, 9 de mayo de 2012

DISCURSO DE FEDERICO GARCIA LORCA AL INAUGURAR LA BIBLIOTECA DE SU PUEBLO

Medio Pan y un Libro.


Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.



“Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.



Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.



No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.



Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?



¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.



Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.